Guardameta (fútbol)
El guardameta, también
llamado arquero, portero, cancerbero, meta, guardavallas o golero, es aquel jugador que, en el fútbol,
ocupa el puesto específico que consiste en cuidar la valla, constituyendo el
primer defensor del equipo. En el desempeño de su tarea le está permitido,
dentro de los límites del área penal, jugar el balón con las manos. A
diferencia de los demás jugadores, deben usar una camiseta cuyo color sea
distinto del de los demás jugadores en el campo, siendo éste el único requisito
especificado por las reglas, aunque normalmente se les permite
utilizar un equipo protector tal como guantes y vestimenta con
acolchonamientos.
Los guardametas no tienen un número dorsal predeterminado, pero suele
reservarse el 1 para el portero titular. También se emplean a menudo los
números 12, 13, 23 y 25 para los arqueros suplentes, aunque también pueden ser
los titulares. Recientemente, según la reglamentación para la Copa Mundial, es necesario que uno de los
tres goleros lleve el número 1 en el dorsal.
En promedio, el guardameta llmás larga en el deporte en comparación a las demás posiciones, éste suele
retirarse del fútbol entre las edades de 35 a 40 años, o más.
Historia
Un el fútbol, al igual que en muchos otros
deportes, se han experimentado varios cambios en las tácticas de juego que a
través del tiempo generaron posiciones, al igual que hicieron desaparecer
otras. La del guardameta es la única posición que ha prevalecido desde la
creación de las reglas del deporte.
Las evidencias más tempranas de equipos de fútbol con posiciones
proceden de Richard Mulcaster en 1581. Sin embargo, no
especificaba a los guardametas. La primera referencia específica de proteger la
meta viene del hurling
cornualés en 1602.
Otras referencias acerca de marcar
goles comienzan en la literatura inglesa del siglo XVI,
por ejemplo, en la obra de John Day y en un poema de 1613 de Michael
Drayton. "Parece
inevitable que donde sea que un juego evolucionó a tener goles, alguna forma de
evitarlos surgió".
Inicialmente, los guardametas jugaban normalmente entre su portería y tenían una movilidad limitada, excepto
cuando intentaban detener disparos rivales. A
través de los años, la posición del guardameta ha ido evolucionando, de acuerdo
con cambios en los sistemas de juego, para convertirse en un puesto más activo.
En las reglas originales, los guardametas podían usar las manos hasta la mitad
del campo. Esto se modificó en 1912, restringiendo esta posibilidad al área
penal (18 m), como en la actualidad.
A mediados
del siglo XX,
guardametas como el argentino Amadeo Carrizo y luego el soviético Lev Yashin,
fueron pioneros de un estilo de juego que incluía más movilidad y también ayudó
a introducir nuevas técnicas y estrategias que se volverían estándares en la posición. Carrizo fue el primer guardameta en
abandonar el área para defender su valla y el primero en utilizar los saques
como un método para comenzar contraataques.
Funciones y técnicas
La posición del guardameta es la más especializada de todas dentro del
campo. A diferencia de otros jugadores, los porteros puede tocar la pelota con cualquier parte de su
cuerpo excepto cuando no están en el área de penal, donde no se les permite
usar manos y brazos. El guardameta no puede agarrar la pelota con las manos
cuando recibe un pase de un jugador de su equipo, a excepción de que el pase
sea con el muslo, la cabeza, hombro, pecho, o que no sea intencional.
El rol del portero se caracteriza
por su función en la intercepción del balón al proteger su portería, siendo
éste la última línea de defensa en el campo. Los resultados de un gol dependen
del desplazamiento, habilidad y rapidez del arquero al momento de cubrir el
alcance total de la meta. Los arqueros deben poseer unas habilidades
perceptivas lo suficientemente desarrolladas en función de la rapidez con la
que se desplaza el balón en una fracción de segundo, teniendo en cuenta que el
tiempo de reacción más rápido se encuentra alrededor de los 170 ms. La
velocidad a la que vuela el balón, tomando como referencia un tiro de penal, es
en promedio de 125km/h, de modo que la estimación del tiempo que toma en llegar
a la red se cifra entre 0.2s a 0.3s de no haber contacto previo. En este corto
periodo de tiempo, el portero debe decidir cómo debe reaccionar.
La posición involucra acciones ofensivas, como son los saques y pases,
tanto como defensivas. Las acciones defensivas requieren una especificidad
mucho mayor; éstas se dividen en cuatro subapartados: (1) fase previa a la
intervención del portero, donde se consideran aspectos directamente
relacionados con la toma de decisiones; (2) acciones físicas relacionadas con
la acción defensiva del portero, básicamente los desplazamientos, los saltos y
las caídas; (3) posición básica o inicial ante la acción inmediata/de reacción;
y (4) acciones defensivas, incluyendo el blocaje, desvío, despeje,
prolongación, rechace, salidas en jugadas de uno contra uno y cobertura
técnica.
Los guardametas en la
formación del juego y el ataque
A los guardametas no se les obliga a permanecer en el área penal. Pueden
involucrarse en el juego en cualquier parte del campo, y es normal para ellos
actuar como un defensor adicional durante ciertos momentos. En
los años 40
José Soriano, portero de River Plate, empezó a jugar fuera de los
tres palos, saliendo a cortar o iniciando una acción con los pies. Luego Gyula Grosics
perfeccionó este estilo, teniendo un buen juego fuera del área, siendo
considerado como el primer arquero
líbero de la historia. Amadeo
Carrizo también popularizó este estilo en los años 70
Hugo Gatti
y fue el abanderado de este estilo. Ya en los años 90
René Higuita
y Jorge Campos se destacaron por su
habilidad en los pies y su constante juego fuera del área. Algunos guardametas
incluso han marcado goles, corriendo hasta el otro lado del campo para crear
una ventaja numérica. Esta jugada es arriesgada y normalmente se hace en los
últimos minutos de juego si el equipo del guardameta está perdiendo. La acción
raramente tiene éxito, aunque jugadores como Jens Lehmann, Peter
Schmeichel, Mart Poom, Paul Robinson,
Brad Friedel,
Carlos Bossio,
Oswaldo Sánchez, Federico
Vilar, Miguel Calero y más recientemente Andrés Palop
y Moisés Muñoz lo han logrado.
Desempeño
Se trata del puesto más difícil del fútbol, pues si ataja o desvía la
pelota está simplemente cumpliendo su tarea; mientras que si le encajan un gol,
casi siempre queda la sensación de que pudo haber hecho algo para evitarlo.
La presión aumenta con la importancia del arco que se defiende. No es lo
mismo atajar en un equipo chico, que en uno grande o en una selección.
Pero los siguientes consejos y técnicas pueden ayudar al guardameta a
estar a la altura de las circunstancias:
Voz de mando
El portero debe comunicarse constantemente con su defensa; si no se
comunica a gritos cuando sale lejos del arco a buscar una pelota, es probable
que el zaguero no lo vea, lo cual puede originar un choque y pérdida de balón,
o incluso un gol en contra.
Se necesita de mucho carácter y personalidad para ponerse los guantes.
Por eso mismo, los mejores arqueros han superado la barrera de los 30 años.
No dudar
El guardameta se puede equivocar, pero nunca debe dudar. Si ante un
centro titubea entre quedarse en la línea del arco o salir a cortarlo,
generalmente termina a mitad de camino, con lo cual la pelota sigue en juego y
el arco quedó desguarnecido.
Lo mismo en un mano a mano con un delantero: o decide salir a atorarlo y
recortarle el ángulo de remate, o se queda para esperar el cierre de un
compañero que dificulte el disparo.
Jugar con los pies
La modificación del reglamento, que prohibió que el arquero tome con las
manos un pase de un compañero, cambió para siempre el puesto. Ahora, el portero
debe saber jugar con los pies, ya sea para hacer circular la pelota, ayudar a
su equipo a cambiar el frente de ataque o despejar de primera un pase
arriesgado.
Despejar
No todos los guardametas pueden volar para sacar balones que van al
ángulo. Los que lo logran, manejan un concepto físico y otro técnico. Primero,
tener la potencia de piernas que les permita despejar. Y segundo, apoyarse
siempre en puntas de pie; si toda la planta de los pies está apoyada, les
costará mucho más despejar.
Distribución
Con la pelota en las manos, el arquero tiene la posibilidad de iniciar
el ataque de su equipo, siempre y cuando sepa distribuir el balón. Con la mano
lo hará llegar a sus laterales o quizá al mediocampo; con una volea podrá
enviárselo a la delantera.
Para esto último es fundamental inclinar el cuerpo hacia la dirección
donde debe ir la pelota, con el fin de que vaya en línea recta y rápida para
que llegue al compañero antes que al rival. El pase debe apuntar al cuerpo del
compañero para permitirle dominar el balón; si el pase va a la cabeza, es muy
probable que su equipo no retenga la posesión.
Retener
Quizá por la constante innovación del balón, que cada vez es más ligero
y rápido, los porteros modernos se han acostumbrado a dar rebote ante la
mayoría de los disparos. Esto permite una segunda jugada en las cercanías del
área, mientras que al agarrar la pelota desaparece todo el riesgo.
Ubicación
Es el concepto más importante que debe manejar un arquero. De hecho, uno
de los mejores elogios que se le puede dar a un portero es: “Siempre está bien
colocado”.
Por ejemplo, en un tiro de esquina donde por perfil el centro vendrá
abierto (un zurdo tirando desde la izquierda), conviene ubicarse casi al borde
del área chica para poder interceptar la pelota si cae entre el área chica y el
punto del penal.
Y cuando se trata precisamente de intentar parar un tiro penal, los
expertos que han estudiado miles de ejecuciones han llegado a la siguiente conclusión:
los arqueros atajarían más remates desde los doce pasos si se quedaran parados.
La mayoría escoge un palo y vuela hacia allá una fracción de segundo
antes de la ejecución. El problema es que casi todos los pateadores ejecutan el
penal con la cabeza levantada, esperando el movimiento del portero para
modificar el disparo.presión en
el jugador, que entonces debe pegarle fuerte y
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